L'alegria. Autora i directora: Marilia Samper Sala Beckett, Barcelona |
Marilia Samper situa la història de l'obra dramàtica L'alegria en un barri obrer degradat, en un ambient de pobresa i precarietat, on viu la Júlia (interpretació vigorosa de l'actriu Lluïsa Castell), en un piset de lloguer, amb el seu fill tetraplègic (un deu per a l'actor Alejandro Bordanove, que passa amb una facilitat encomiable de la immobilitat a narrador deambulant). El cas és que la mare ja no pot carregar-se el xicot al coll i els nou esgraons de l'entrada no permeten que pugui accedir al carrer amb la cadira de rodes. Proposa a la comunitat de fer una rampa. Però topa amb la realitat: tant és que els veïns hagin de pagar, per llei, els costos de l'eliminació de les barreres arquitectòniques: no poden assumir-los. Dos personatges tenen entrada a casa de la Júlia i li mostren per raons
diverses la seva falta de solidaritat, una veïna (Montse Guallar) i
un veí, propietari del pis (Andrés Herrera). Desenllaç sorpresa, impecable i emotiu com la resta del text i la posada en escena. 9/10
Defensa de la alegría
Mario Benedetti (Paso de los Toros, 1920 - Montevideo, 2009)
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.